martes, 26 de julio de 2011

POLLO CRUJIENTE

 De la receta de hoy se pueden decir muchas cosas, pero desde luego no diremos que es "Light". Básicamente se trata de pollo frito adobado, al estilo del que podemos comer en el Kentucky Fried Chicken, pero al que aplicándole un par de trucos daremos un sabor aún más intenso y una presentación más vistosa y lo mejor.... se puede hacer totalmente sin gluten.


 Repasando un poco la historia podemos ver que las recetas de pollo frito son bastante antiguas, y aunque las frituras están presente ya en la cocina romana, las primeras recetas de pollo frito tienen su origen en Escocia.  Los escoceses, a diferencia de los Ingleses que tendían a cocer el pollo, freían el pollo en una mezcla de grasas animales, lo que permitía usar grasas "no muy comestibles" y daba como resultado un plato muy calórico perfecto para aguantar el rudo invierno en las Highlands. Ya en el siglo XVIII estas recetas viajaban con los emigrantes europeos a América y allí los esclavos negros del sur la hacen suya. Desgraciadamente la condición de esclavos no les permitía disponer ni de sitio, ni de pienso para alimentar ganado para su autoconsumo, pero sí podían tener gallinas, que no necesitaban mucho sitio y se alimentaban con los restos de cosechas o desperdicios de la cocina. Poco a poco la receta fue evolucionando incorporándoles especias, salsas y harina de maíz en su elaboración, que finalmente le  han dado al plato su típico y sabroso sabor adobado con textura crujiente.


Ingredientes:
  • 1 Kg de Pechuga de Pollo.
  • Vinagre.
  • Aceite de Girasol o maíz (también se puede usar, por supuesto, aceite de oliva, pero  el sabor del aceite de oliva enmascara un poco el sabor de las especias).
  • 3 ó 4 huevos.
  • 500 gr de cereales de maíz sin gluten (se puede usar, también, los típicos cereales de maíz ).
  • 250 gr de harina de maíz (con levadura y sin gluten, como la que venden en el Mercadona, pero también podemos usar harina de trigo).
  • Sal.
  • Pimentón dulce en polvo.
  • Perejil.
  • Orégano.
  • Ajo en polvo.
  • Pimienta molida.

Elaboración:
  1. Trocear la pechuga de pollo en finas tiras.
  2. Introducir la pechuga troceada en un recipiente y añadirle la sal, el pimentón dulce, el orégano, la pimienta molida, el ajo en polvo, el perejil y un buen chorro de vinagre y aceite. Luego lo removemos y lo dejamos que macere en el frigorífico un par de horas.
  3. Por otro lado prepararemos los cereales para el rebozado. Podemos utilizar una picadora para reducir el tamaño de los cereales de maíz, si no tenemos picadora, podemos ponerlos en un cuenco y machacarlos con un vaso. Cuando estén reducidos al tamaño que deseamos, le añadimos un poco de pimentón y sal, lo que le dará más color y sabor al rebozado.
  4. Una vez que el pollo esté suficientemente macerado pasamos a rebozarlo, para ello pasaremos primero el pollo por la harina, luego por el huevo batido, al que le habremos añadido perejil y un poco de leche y por último por el maíz picado. Una de las ventajas de usar harina de maíz y cereales de maíz es que al freírlos no toma un color tan oscuro cuando está muy frito, sino que mantiene un tono más amarillento, que junto con el pimentón que añadimos a los cereales le proporcionará unos tonos rojizos, que le dará un aspecto más apetecible.  
  5. Tras esto sólo tememos que freírlo en el aceite girasol y comerlo en el momento o meterlo en el congelador para otra ocasión.

 Este pollo frito combina estupendamente con una salsa de miel y mostaza que veremos en otra receta o como ingrediente dentro de la típica ensalada sureña.
 Bueno, espero que lo disfrutéis y perdonad el retraso en publicar más recetas, espero compensarlo este verano.


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