jueves, 1 de agosto de 2013

PAPAS ARRIERAS

 Hay muchas recetas de Papas o Patatas Arrieras, pero nuestra receta, que es un poco más elaborada, promete unos resultados sorprendentes que transformarán este simple plato, en un  manjar capaz de saciar a los comensales más exigentes. 


 Básicamente todas las recetas contienen los mismos ingredientes...patatas, mayonesa y langostinos... Y posiblemente su nombre le venga de la facilidad que tenían los "arrieros", que son las personas encargadas de conducir los bueyes y mulos durante las  romerías, de conseguir y combinar estos tres ingredientes para hacer un buen plato que les saciara durante el camino. 

 Nuestro plato, se basa en la presentación y receta, que con este mismo nombre se encontraba en la carta de unos de los bodegones que abundan en Bollullos Par del Condado, más precisamente el "Bodegón Pansequito", que desgraciadamente ya no existe como tal hoy en día. Desde luego los ingredientes de este plato son un tesoro que el cocinero de este restaurante no estaba dispuesto a compartir y solo gracias al paladar de mi cuñada Yolanda y a todas las pruebas que tanto ella, como mi suegra Coral han hecho, hoy podemos disfrutar de esta receta que estoy seguro os encantará. 


Uno de los ingredientes que le da un toque especial a este plato es la "salsa ali-oli". Esta salsa de origen egipcio se expandió por todo el mediterráneo gracias a los romanos y en España fueron los andalusíes los que introdujeron en el interior y el levante de la península. Su nombre original en catalán, "All i Oli", significa literalmente "ajo y aceite", que son  los dos ingredientes básicos de esta salsa a la que solo deberíamos de añadirle una pizca de sal. Actualmente conocemos como salsa Ali-Oli una salsa mayonesa a la que se le ha añadido un poco de ajo, pero los puristas siempre defenderán que esta salsa no debería portar este nombre, ya que se le ha añadido huevo a la receta original.


Ingredientes:
  • 500 gr de patatas.
  • 250 ml de aceite de oliva virgen extra.
  • 150 gr de mayonesa.
  • Una tarrina de 190 gr de Salsa Ali-Oli (Nosotros usamos la del Mercadona).
  • 250 gr de langostinos cocidos.
  • Perejil.
  • Pimienta molida.
  • Pimentón en polvo.
  • Sal.

Elaboración:
  1. Pelar las patatas y cortarlas estilo panaderas, en rodajas no muy finas. Les añadimos un poco de sal y las freímos en el aceite de oliva. 
  2. Por otro lado mezclamos en un bol la mayonesa y la salsa Ali-Oli. Nosotros usamos la que viene ya preparada por rapidez, pero puedes hacer esta sencilla salsa tú mismo, mezclando mayonesa con un par de dientes de ajo triturado.
  3. Por comodidad también usamos langostinos cocidos, que sólo tendremos que pelarlos y dejarlos listos para usarlos más adelante.
  4. Luego sobre una fuente de barro o vidrio vamos colocando capas de patatas fritas,  que cubrimos con la salsa de mayonesa y alioli y una pizca de pimentón. Con tres o cuatro capas es suficiente y sobre la última capa de patatas, que también la cubrimos de salsa, añadimos los langostinos pelados espolvoreando sobre ellos un poco de pimienta molida, pimentón en polvo y perejil.
  5. Podemos dejar la fuente preparada en el horno y sólo 20 minutos antes de comer, encendemos el horno a 180 grados con el gratinador puesto... y ya está listo. Estoy seguro que no sobrará nada...

lunes, 1 de agosto de 2011

SALSA DE TOMATE & COMPANY

 El ingrediente básico de la receta de hoy es el fruto del Solamun lycopersucum, conocido mundialmente como tomate. Esta hortaliza fundamental en nuestra dieta, realmente es una recién llegada, pues no llegó a Europa hasta el año 1540, traída por los españoles. Desde luego en América ya se consumía aproximadamente desde el año 700 A.C.


 Otro importante ingrediente de esta salsa es el Ketchup. Básicamente es una salsa concentrada de tomate dulce (su contenido en azúcar puede alcanzar el 10% de la salsa). El origen del Ketchup está bastante disputado, pero se puede afirmar que fue el Señor Henry J. Heinz el inventor de Ketchup tal y como lo conocemos hoy en día. Este americano con visión de futuro añadió salsa de tomate a una base de salsa picante oriental que se usaba para condimentar carnes y pescados y que se llamaba Ketsiap y  de esta forma, en 1876 la empresa Heinz & Noble, comenzó la comercialización de la salsa Tomato Ketchup en su famoso bote de cristal.


Ingredientes:
  • 2 tomates maduros.
  • 100 ml de salsa de tomate kepchup.
  • 1/2 cebolla pequeña.
  • 1/2 pimiento rojo.
  • 1/2 pimiento verde.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Vinagre.
  • Ajo en polvo.
  • Orégano picado.
  • Perejil picado.
  • Albahaca picada.
  • Guindilla picada (podemos usar también un poco de  pimienta en grano molida o unas gotas de salsa Tabasco).
  • Sal.
  • Azúcar.

Elaboración:
  1. Coger los dos tomates maduros, quitarles la base del pedúnculo y realizar unos cortes superficiales en la piel, tal y como se ve en la foto anterior. 
  2. Meter los dos tomates en agua hirviendo durante un minuto. Sacarlos con cuidado, ponerlos bajo agua fría y comprobaréis lo fácil que es quitarles la piel, ya que prácticamente se despega sola del tomate.
  3. Picar los pimientos y la cebolla (recomiendo usar una picadora, para que los trocitos sean más homogéneos) y ponerlos en un cuenco.
  4. Triturar los tomates pelados en la picadora y añadirlos al cuenco junto con la cebollas y los pimientos picados.
  5. Añadir un chorro de aceite (unas dos cucharas soperas), otro chorro de vinagre y los 100 ml de ketchup.
  6. Seguimos añadiendo todas las especias. Un poco de perejil (una cucharada de café), un poco ajo en polvo (la misma cantidad), albahaca, orégano (de esta podéis echar un poco más), una guindilla picada, sal y azúcar (una cucharada sopera).
  7. Se remueve todo y listo. 

Espero que os guste, porque es una salsa genial para dippear o acompañar a unas patatas gajo fritas y además se conserva bastante bien en el frigorífico.


sábado, 30 de julio de 2011

PANGA CON ALGAS

 Este plato ha sido un primer experimento culinario que no ha resultado nada mal. Mis buenos amigos Pablo y Pepa, nos trajeron de su tierra una mixtura de algas marinas y la verdad, es que estaba deseando utilizarlas. Como podéis ver están muy bien presentadas (tal como se ve en la foto), tienen un aroma intenso, que puede recordar al de las algas orientales tipo Nori, pero su sabor, aunque  suave, está cargado de matices que se adaptan perfectamente a cualquier plato de pescado de la cocina mediterránea y oriental.


 Esta mixtura de algas está compuesta por Ulva sp., también conocida como Lechuga de Mar,  Gracilaria sp., conocida en la cocina asiática como Ogonori y por último Enteromorpha sp.,  llamada  comúnmente Aonori Verde. Estas tres algas han sido recolectadas en las costas de Cádiz, aunque se pueden encontrar en los mares de todo el mundo. Podéis tener más información en la página www.suralgae.com.
 Es curioso como un recurso culinario tan importante de la cocina asiática, que posee grandes valores nutricionales y que lleva usándose miles de años en otras culturas, aquí, en España, es casi una desconocida y es ahora cuando se está introduciendo su uso de la mano de la cocina oriental. Bueno, más vale tarde que nunca.


 Este plato de pescado, que hemos hecho con panga, pero que creo que estaría fantástico con cualquier otro pescado blanco, como la merluza o la rosada, es muy fácil. rápido y sólo nos llevará 15 minutos en realizarlo.

Ingredientes:
  • 1/2 Kg de filetes de panga.
  • 1 cebolla.
  • 1 pimiento verde.
  • 6 dientes de ajo.
  • 100 gr de guisantes (de los congelados).
  • 1 cucharada de mixtura de algas.
  • Sal.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Vino blanco.

Elaboración:
  1. Picar la cebolla y el pimiento en pequeños trocitos, luego cortar los ajos en láminas.
  2. Echar aceite en una sartén o perol y sobre él añadir las verduras picadas y los guisantes, sin descongelarlos antes.
  3. Trocear el pescado y colocarlo sobre la verdura. 
  4. Añadir ahora un buen chorro de vino blanco (yo he usado Mistela, que es una variedad de vino dulce suave de la zona del Condado de Huelva), otro chorro de aceite , la sal y las algas.
  5. Tapar la sartén y ponerla a fuego medio.
  6. Remover un poco, pudiendo añadir algo de agua, aceite o vino, si se consume el caldo durante la cocción.
  7. Un par de minutos más y listo para servir.

 Como habéis podido ver es un plato muy fácil de elaborar y tan  sólo ha sido un primer ensayo del uso de las algas en la cocina mediterránea, al que seguro le seguirán más. Espero que lo disfrutéis.


miércoles, 27 de julio de 2011

SALSA DE MIEL Y MOSTAZA

 Esta  salsa combina estupendamente con el Pollo Crujiente, para aliñar ensaladas o con una buena fuente de patatas fritas. Es una receta que se realiza en 5 minutos y su sabor siempre resulta sorprendente.


 Los ingredientes básicos de esta salsa son, por su puesto, la miel y la mostaza. De la miel más o menos tenemos claro que se trata un fluido denso y dulce que elaboran las abejas a partir de los néctares de las flores, pero el origen de la salsa de mostaza quizás sea un poco más desconocido. La salsa de mostaza, con su típico color amarillento y su sabor ácido tiene su origen en las semillas de una planta de la familia de las crucíferas, en concreto de la Brassica alba, aunque hay otras plantas de la misma familia que también se utilizan para el mismo fin. Los primeros registros de la salsa de mostaza, tal y como la conocemos hoy en día, datan del siglo XIII y tienen su origen en Francia, donde se la denominó "moutarde", seguramente derivando del termino latino "mustum arden", que hace referencia a la costumbre que tenían los romanos de añadir semillas de mostaza al mosto y darle de esta forma a este vino joven un sabor más fuerte o "ardiente".

 Una de las salsa de mostaza más afamadas es la de Dijon, original de dicha región de Francia. Sus ingredientes son los granos de mostaza, agua, vinagre, sal y zumo de limón. Siendo la mostaza  de la marca Maille una de las mejores que podemos encontrar en el mercado. Esta marca tiene muchos tipos de salsa de mostaza, pero para esta receta no recomiendo que uséis la salsa de mostaza en grano, que es una de sus tipos más conocidas. Otra  de las salsas de mostaza que podemos encontrar es la del tipo americana, que tiene un sabor más dulce y un color amarillo intenso, proporcionado por la cúrcuma.


Ingredientes:
  • 100 ml de miel.
  • 50 ml de salsa de mostaza (recomiendo la del tipo americano, que es la normal que se suele encontrar en cualquier supermercado, como la de Heinz, Louit o cualquier marca blanca de las cadenas de supermercados).
  • 1/2 cebolla pequeña.
  • Perejil.


Elaboración:
  1. Verter la miel y la mostaza en un cuenco y removerla hasta que quede una crema de color y textura uniforme.
  2. Picar media cebolla  en trocitos muy pequeños y añadirlo a la salsa junto con el perejil. Volver a remover todo hasta que esté totalmente mezclado.
  3. Si lo deseamos podemos añadirle algunas semillas de sésamo y si está muy ácido o soso podemos añadirle algo de azúcar  o edulcorante liquido y sal.

 por último, deciros que esta salsa se conserva muy bien y puede duraros semanas, si la metéis en el frigorífico.
Que la disfrutéis...

martes, 26 de julio de 2011

POLLO CRUJIENTE

 De la receta de hoy se pueden decir muchas cosas, pero desde luego no diremos que es "Light". Básicamente se trata de pollo frito adobado, al estilo del que podemos comer en el Kentucky Fried Chicken, pero al que aplicándole un par de trucos daremos un sabor aún más intenso y una presentación más vistosa y lo mejor.... se puede hacer totalmente sin gluten.


 Repasando un poco la historia podemos ver que las recetas de pollo frito son bastante antiguas, y aunque las frituras están presente ya en la cocina romana, las primeras recetas de pollo frito tienen su origen en Escocia.  Los escoceses, a diferencia de los Ingleses que tendían a cocer el pollo, freían el pollo en una mezcla de grasas animales, lo que permitía usar grasas "no muy comestibles" y daba como resultado un plato muy calórico perfecto para aguantar el rudo invierno en las Highlands. Ya en el siglo XVIII estas recetas viajaban con los emigrantes europeos a América y allí los esclavos negros del sur la hacen suya. Desgraciadamente la condición de esclavos no les permitía disponer ni de sitio, ni de pienso para alimentar ganado para su autoconsumo, pero sí podían tener gallinas, que no necesitaban mucho sitio y se alimentaban con los restos de cosechas o desperdicios de la cocina. Poco a poco la receta fue evolucionando incorporándoles especias, salsas y harina de maíz en su elaboración, que finalmente le  han dado al plato su típico y sabroso sabor adobado con textura crujiente.


Ingredientes:
  • 1 Kg de Pechuga de Pollo.
  • Vinagre.
  • Aceite de Girasol o maíz (también se puede usar, por supuesto, aceite de oliva, pero  el sabor del aceite de oliva enmascara un poco el sabor de las especias).
  • 3 ó 4 huevos.
  • 500 gr de cereales de maíz sin gluten (se puede usar, también, los típicos cereales de maíz ).
  • 250 gr de harina de maíz (con levadura y sin gluten, como la que venden en el Mercadona, pero también podemos usar harina de trigo).
  • Sal.
  • Pimentón dulce en polvo.
  • Perejil.
  • Orégano.
  • Ajo en polvo.
  • Pimienta molida.

Elaboración:
  1. Trocear la pechuga de pollo en finas tiras.
  2. Introducir la pechuga troceada en un recipiente y añadirle la sal, el pimentón dulce, el orégano, la pimienta molida, el ajo en polvo, el perejil y un buen chorro de vinagre y aceite. Luego lo removemos y lo dejamos que macere en el frigorífico un par de horas.
  3. Por otro lado prepararemos los cereales para el rebozado. Podemos utilizar una picadora para reducir el tamaño de los cereales de maíz, si no tenemos picadora, podemos ponerlos en un cuenco y machacarlos con un vaso. Cuando estén reducidos al tamaño que deseamos, le añadimos un poco de pimentón y sal, lo que le dará más color y sabor al rebozado.
  4. Una vez que el pollo esté suficientemente macerado pasamos a rebozarlo, para ello pasaremos primero el pollo por la harina, luego por el huevo batido, al que le habremos añadido perejil y un poco de leche y por último por el maíz picado. Una de las ventajas de usar harina de maíz y cereales de maíz es que al freírlos no toma un color tan oscuro cuando está muy frito, sino que mantiene un tono más amarillento, que junto con el pimentón que añadimos a los cereales le proporcionará unos tonos rojizos, que le dará un aspecto más apetecible.  
  5. Tras esto sólo tememos que freírlo en el aceite girasol y comerlo en el momento o meterlo en el congelador para otra ocasión.

 Este pollo frito combina estupendamente con una salsa de miel y mostaza que veremos en otra receta o como ingrediente dentro de la típica ensalada sureña.
 Bueno, espero que lo disfrutéis y perdonad el retraso en publicar más recetas, espero compensarlo este verano.


domingo, 20 de febrero de 2011

CREPES DE PUERRO Y POLLO

 Este plato es una de las especialidades de mi mujer. Este crepe salado es un plato muy ligero y sabroso, que se elabora en unos 30 minutos y el resultado siempre es fantástico. Este plato conjuga dos antiguas recetas de origen francés el "crepe" y la "bechamel". El crepe es una fina masa que se usa tanto en platos dulces como salados y es originario de la región francesa de la Bretaña y la receta de la bechamel es un crema a base de leche y harina que se usa en innumerables platos y apareció recogida por primera vez en el libro "Le Cousiniea  Français", que data del año 1651 y fue escrito por  el famoso  cocinero del Rey Luis XIV, François Pierre de La Varenne. 


  En esta receta  el crepe hará la función de base y con la bechamel haremos una crema, que añadiremos al salteado de pollo y puerro, dandole más consistencia y cremosidad. 



 Ingredientes del Crepe:
  • 250 gr. de harina de repostería.
  • 1/2 litro de leche.
  • 2 huevos.
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra (también se puede usar mantequilla).
  • una pizca de sal.
Ingredientes de la Bechamel:
  • 250 ml de leche.
  • 50 gr de harina de reposteria.
  • 10 ml de aceite de oliva virgen extra.
  • Una pizca de sal.
  • Una pizca de nuez moscada rallada.
Ingredientes del Salteado:
  • 500 gr de pechuga de pollo.
  • 150 gr de puerro.
  • Una cebolla.
  • Un pimiento verde.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Ajo en polvo.
  • Sal.
  • Mezcla de pimientas en grano.



Elaboración:
  1. Primero picaremos la cebolla, el puerro y el pimiento. Ponemos esta verdura en una sartén  con un poco de aceite de oliva y sobre ella añadimos el pollo picado en pequeños trozos.
  2. Cuando comience la verdura a reblandecerse, le añadiremos el ajo en polvo, la pimienta molida y la sal.
  3. Por otro lado prepararemos la bechamel. En una sartén a fuego lento ponemos la harina. Cuando comience a tostarse le añadimos un poco de nuez moscada y la leche. La removemos para que no formen grumos, añadiéndole la sal. Si se forma grumos no hay problema, ya que sólo tenemos que pasarlo por la batidora y quedará perfecto. 
  4. Cuando la bechamel está lista, se la añadimos al pollo y tras remover unos minutos, ya tendremos el plato.
  5. El crepe podemos elaborarlo nosotros o si tenemos un poco de prisa podemos usar un par de tortitas de trigo, que sólo hay que calentarlas en la sartén.
  6. Si hacemos nosostros los crepes, el resultado será mucho mejor, aunque un poco más laborioso. Solo tenemos que poner en un bol los huevos, la harina, la leche, el aceite y la sal. Lo batimos todo hasta que esté homogéneo.
  7. Ponemos una sartén de teflón a fuego lento y sobre ella echamos un chorrito de la mezcla del crepe, hasta que ocupe toda la superficie de la sartén. Cuando esté consistente, le damos la vuelta y lo doramos por el otro lado. Se saca de la sartén y ya está hecho.
  8. Para terminar sólo tendremos que poner un poco de la bechamel con pollo y puerro, sobre el crepe y a disfrutar.


    sábado, 22 de enero de 2011

    PANGA CON JENGIBRE Y SALSA DE SOJA

     El principal ingrediente del plato de hoy es el Pangasius hypophthalmas, más conocido como Panga. Es un pescado de río de origen asiático,  que se produce  por acuicultura en las cuencas fluviales de Vietnam y Tailandia. Este pescado, que ha entrado con fuerza en las cocinas de los hogares de España y está presente en todas las secciones de congelados de los supermercados de medio mundo, tiene muchos consumidores y algunos que otros detractores. Entre sus grandes ventajas se encuentran su bajo precio, que se presenta congelado, fileteado y sin espinas y que su carne  es blanca y jugosa. Por contra hay que destacar que es un pescado bastante insulso, aunque al tener un sabor tan neutro capta fácilmente los condimentos con los que deseamos prepararlo y también se adapta perfectamente a cualquier método de elaboración, como a la hora de realizar adobos, guisos, fritos y por supuesto a la plancha.


     El otro importante ingrediente de este plato es el Jengibre, que es la raíz de la planta Zingiber officinale. Es un raíz utilizada desde hace siglos y su nombre aparece en el antiguo y casi extinguido indioma indoeuropeo sáncrito, como "shringavera", que significa "cuerpo de cuerno", que está claro hace referencia a la forma y el color que tienen sus raices. Es una planta muy cultivada en la India y China, pero su consumo ya se ha extendido por todo el mundo. Esta raíz es un condimento muy utilizado en la cocina asiática, tanto para platos salados,como dulces y aparte de sus propiedades culinarias, entre las que se destaca su  aroma fresco y su suave sabor picante, tiene grandes propiedades medicinales. El jengibre se puede encontrar fresco, seco, en polvo y encurtido. Si tenemos la suerte de encontrar jegibre fresco podemos utilizarlo a la hora de realizar este plato en lugar de jengibre encurtido. El jengibre encurtido tiene un color rosaceo, debido a su proceso de elaboración y tiene un sabor más ácido.
    Ingredientes:
    1. 500 gr de filetes de panga.
    2. 1 cebolla.
    3. 2 pimientos verdes.
    4. 2 dientes de ajo.
    5. Aceite de girasol.
    6. Perejil picado.
    7. Jengibre en polvo.
    8. 50 gr de jengibre encurtido, o jengibre fresco.
    9. Salsa de soja.
    10. Elaboración:
      1. Trocear la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo (si utilizamos jengibre fresco, limpiarlo y cortarlo en finas rodajas).
      2. Cortar los filetes de panga a tiras y añadírselos a las verduras.
      3. Ponerlos en un wok con un chorro de aceite de girasol y añadir las verduras  (si usamos el jengibre fresco añadirlo en este momento) y sobre ellas el pescado.
      4. Acontinuación saltearlos hasta que las verduras empiecen a reblandecerse y el pescado adquiera su típico color blanco.
      5. Añadir el perejil, el jengibre en polvo y la salsa  soja y un par de cucharadas de jengibre encurtido. No será nescesario añadir sal, porque la salsa de soja suele estar muy salada.
      6. Remover un par de minutos más y listo para servir.